Se considera ola de calor un calentamiento importante del aire o una invasión de aire muy cálido sobre una zona extensa, con una duración de unos días a semanas. Las temperaturas alcanzadas durante una ola de calor se sitúan dentro de los valores máximos extremos.
Según la definición técnica utilizada por la Agencia Estatal de Meteorología, “Se considera ola de calor cuando durante tres días consecutivos en un mínimo del 10% de las estaciones consideradas se registran temperaturas superiores a un umbral determinado. El umbral de temperatura es el que corresponde al percentil 95% de una serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1981-2010.” Dadas las características especiales de este fenómeno que precisa de otros criterios como la permanencia, valores de las temperaturas mínimas, además de otras variables, el Plan Nacional de Predicción y Vigilancia de Fenómenos Meteorológicos Adversos establece que se elaborarán Boletines de Aviso "especiales” por ola de calor.
Teniendo en cuenta la adversidad del fenómeno meteorológico, tanto por su carácter inusual desde el punto de vista climatológico, como por la potencial peligrosidad, se han establecido unos umbrales.
Los umbrales que se han definido están en función de las características climatológicas de las diferentes zonas de nuestro país, siguiendo criterios climatológicos cercanos al concepto de “poco o muy poco frecuente” y de adversidad.
Con el fin de armonizar con los criterios europeos, se han establecido 4 niveles de aviso en función de los umbrales de adversidad, según puedan suponer una amenaza para la población.
La situación actual de los Avisos de Fenómenos Meteorológicos Adversos por altas temperaturas se puede consultar en:
El exceso de temperaturas afecta sobre todo a los seres vivos. La exposición humana a temperaturas ambientales elevadas puede alterar nuestras funciones vitales y provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación, golpe de calor, etc., siendo las personas mayores, los niños muy pequeños y los enfermos crónicos los mas vulnerables.
El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social junto con la Agencia Estatal de Meteorología y la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, con el objetivo de reducir el impacto sobre la salud de la población a consecuencia del exceso de temperatura, pusieron en funcionamiento en 2004 el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos del Exceso de Temperaturas sobre la Salud que, con carácter general, está activo entre el 1 de junio y el 15 de septiembre.
Durante la campaña de verano, el Ministerio de Sanidad emite diariamente un mapa con los niveles de riesgo para la salud por exceso de temperaturas.
Se han establecido cuatro niveles de riesgo, dependiendo del número de días en los que está previsto se superen los valores umbrales de temperaturas máximas y mínimas fijadas para las 52 capitales de provincia: verde (ausencia de riesgo), amarillo (riesgo bajo), naranja (riesgo medio) y rojo (riesgo alto).
Para más información puede consultar la página web del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
En general, las medidas de prevención que debe adoptar son:
FUENTE www.proteccioncivil.es